La tarde caía con el sol aplomo
lo que me gustaba de la ciudad era ver como se pintaba los cerros de diferentes
tonalidades de verde y como el cielo era entre naranja, azul y morado. ¿Las
personas tomaran tiempo para ver ese espectáculo? Veo a mucha viendo siempre
hacía el frente, y algunos viendo al piso quizás para no tropezar o caer, veo
sus rostros me he dado cuenta de que la mayoría no sonríe, ni pinta “la sonrisa
de la monalisa”, pareciera que estamos en el planeta de las caras grises. Viene a mi cabeza una serie de cuestionamientos
como por ejemplo, ¿Cuándo deje de sonreír? Muy buena pregunta… ¿Porqué permití
que me rompieran el alma? ¿Porqué permití que me vieran la cara? ¿Para qué creí
en su buena voluntad y en el arrepentimiento cuando nadie creía en él? ¿Por qué
santa teresa de sol tenía que confiar nuevamente en quién le había demostrado
que no vale en absoluto nada?
Había pasado muchas veces por la
misma calle, veía al señor que está siempre reparando esa carcacha y me detuve
a mirar y pensé quizás le haga feliz estar intentando arreglar y quizás para el
sea lo más preciado que tiene, también veía al perrito blanco que siempre lo
sacan y amarran afuera de aquella casa color verde cuándo paso me enoja verlo
así amarrado, solo y adentro de la casa se ve que la familia convive hoy pasé y
el perrito estaba sentado y lo miré a la cara y se le veía contento, y me dije,
Sol quizás así el perrito es feliz y solo consideras para ti lo que no te
gusta, llegué a casa y quién brinca y salta, es Rambo lo saludo con efusividad
me hace fiesta y se desvive. ¿Rambo eres feliz? Y me lame una mejilla, mi hijo
me espera con los brazos abiertos paciente de que termine de saludar al pequeño
y más inquieto de la casa con un gran abrazo le susurro al oído te extrañé me
da gusto volver a casa y verte y le doy un beso en la mejilla, me contesta a mi
también mamá. ¿Mi amor eres feliz? No duda
en responder, si soy feliz y más porqué ya llegaste a casa.
Al llegar a mi habitación, claro
acompañada de Rambo que desde que llegó no se despega de mí, digo -Alexa, ¡ya
llegué a casa! A lo que responde - ¡Me da gusto, mi vida empieza a tomar
sentido!... bueno son las frases predeterminadas, ayudan a sentirse bien,
Sol ¿Eres feliz?